25 de noviembre de 2009

HOY HEMOS IDO A PLANTAR AMOR


Hace unas semanas que desde la Agenda21 nos invitaron a participar en la Plantada de árboles para recuperar la vegetación del Park Güell.

A parte de la voluntad de recuperar la flora original del proyecto de Antoni Gaudí, se ve que en Enero, un maldito día de mucho viento se llevó por delante gran parte del verde del parque, papeleras, torció pinos... una hecatombe.

Por eso, nos animamos, nos pusimos nuestras mejores mudas de campestres y, ni anchos ni perezosos, subimos al Park Güell a plantar Agapunthus Africanus, también llamada Flor del Amor.

Carlitos, Patricia y Llibert se quedaron en la retaguardia y nos encargaron buen tiempo y palas nuevas.

Y así fue.

Al entrar al Park, caímos de pleno en un mundo lleno de recuerdos de infancia, japoneses gaudinianos y un parque bellamente marciano.



Jordi se trajo unos churros de choco.

Elena una galleta invisible.

A ver si la replantación absorbe toda esa "niebla" que cubre la ciudad.

Este era nuestro objetivo: no por las cruces, sino el lugar, porque nos esperaban allí. Cualquier buen lugar tiene que tener un monumento identificativo como este.

Y a caminar...
Subir escaleras...
Charlar con los acompañantes...

¡Voilà!
Cientos de Agapantos esperándonos, y también los ecólogos, los de Medi Ambient de l'Ajuntament, los de l'escola Taller de Barcelona Activa...
Pero fijaros: agapantos, agapantos.

Armados con picos y ganas, nos pusimos "picos al sustrato".

Cavar, cavar.

Cavar, cavar.

Plantar, plantar.

Y Jordi cantando:
Se levantan temprano los labraores
y echan los cigarros con las calores
trabajo duro, las mujeres guardando
(Los Labraores de los Ecos del Rocío)

¡Ah! Y en representación de Carlitos y Patricia
enterramos este little pig de madera MUJI para que
en el 2159 se acuerden también de recuperarlo.


Y ahí se quedó, rodeado de flores de amor; quizás
encuentre otra cerdita por ahí o un trozo de madera.
Agotados, sí. Pero ya tenemos 7 plantas en el Park
Güell y 7 es el número infinito.

Aquí se quedó el cerdito MUJI y nuestras agapanthus. Esperamos veros pronto sanas y fuertes y promoviendo mucho amor entre los visitantes del parque, mayoritariamente japoneses.

¡Hasta otra!

:-)

Como dijo Esteve: ya sólo nos falta escribir un libro y tener un churumbele.

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